Desplazamientos y actividad en el lugar de trabajo

Introducción 

El comportamiento sedentario está asociado con mala salud en todos los rangos de edad. La construcción es un sector en el que la actividad física es un elemento estructural y, sin embargo, se puede permanecer largos periodos de tiempo inactivos, lo que supone un claro factor de riesgo. También nos encontramos con determinadas tareas administrativas o de manejo de maquinaria o vehículos con características sedentarias y con esfuerzos físicos de posturas inadecuadas, incómodas, repetitivas o sostenidas, sobreesfuerzos, etc.

En todos estos casos hay una ausencia de ejercicio aeróbico (o cardiovascular), que son ejercicios de baja o media intensidad que no dependen tanto de la fuerza como de la capacidad de oxigenación. La Organización Mundial de Salud (OMS) ha identificado el lugar de trabajo como un entorno prioritario para promover la salud en el siglo XXI: la empresa tiene un papel crucial en la promoción del bienestar de sus trabajadores.

Los desplazamientos activos (o transporte activo), ir andando o en bicicleta al o desde el lugar de trabajo, pueden ser una herramienta muy útil para paliar la ausencia de ese tipo de ejercicio. 

Además, practicar ejercicio físico habitualmente, ayuda a mejorar la autopercepción de bienestar, no sólo físico, si no también mental: mejor humor, reducción de los síntomas de depresión-ansiedad y mejora de la gestión individual del estrés.

Beneficios

Para los trabajadores

  • Se reduce el IMC (Índice de Masa Corporal) y el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, triglicéridos altos, colesterol HDL, hiperinsulinemia, etc. 
  • Se incrementa la capacidad pulmonar y fortalece el corazón.
  • Ayuda a reducir el estrés y la ansiedad y mejora el sueño.
  • Reduce las alteraciones musculoesqueléticas y el riesgo de muerte prematura.

Para la empresa 

  • Se reduce el absentismo: las personas que viajan de manera activa al trabajo faltan menos días al año a causa de enfermedad.
  • Por ello, también se reducen los costes por enfermedad.
  • Las personas que se desplazan activamente son más productivas.

Para la sociedad

  • Se reduce el uso de vehículos de motor privados y, por tanto:
    • La congestión del tráfico.
    • La emisión de gases contaminantes, entre ellos los de efecto invernadero.
  • La mejora de la salud y la disminución de enfermedades implican un ahorro de costes de atención sanitaria. Muchas de las personas que se acogen a estos programas incrementan también su actividad física fuera de ellos.

Recomendaciones y buenas prácticas para implementar programas de desplazamientos activos

  • Hacer programas integrales para aumentar la actividad física, incluyendo consejo grupal o individual, formación y educación, y facilidades para hacer ejercicio. Son más efectivos que los programas de enfoque simple.
  • Tener en cuenta que la influencia social y la participación activa en el diseño e implementación de los planes incrementa la eficacia de los programas.
  • Combinar los programas de fomento de la actividad física y reducción del sedentarismo con otros dirigidos a promover hábitos de alimentación saludable.
  • El uso de dispositivos electrónicos personales conectados (wearables), como podómetros, pulsómetros, GPS, contadores de calorías, de kilómetros, etc., incrementan la motivación y facilitan la gestión de indicadores de desempeño y el análisis de resultados.
  • Promover los desplazamientos activos de manera regular: cuantos más días a la semana, mejor. Los periodos de actividad deben ser, como mínimo, de 10-15 minutos, pero a partir de los 30-35 minutos es cuando se obtienen mejoras más pronunciadas.
  • Identificar personas comprometidas en el lugar de trabajo para coordinar actividades tales como grupos para caminar juntos, colectivos o clubes de usuarios de bicicletas en la empresa o en la obra, etc.
  • Potenciar la función de los encargados, capataces, jefes de obra y otro personal de la cadena de mando como promotores de cambio en los hábitos entre las personas a las que dirigen. Incluso, más allá del área de actividad física, realizando reuniones andando, apoyando las iniciativas de alimentación saludable, etc.
  • Incentivar las competiciones internas (para incrementar el número de pasos o km) y externas.
  • Fomentar mediante medios impresos (pósters, folletos, etc.) el cambio de comportamiento hacia los desplazamientos activos: informar a los trabajadores de los beneficios de ir al trabajo de andando o en bicicleta.
  • Proporcionar información específica sobre rutas a pie y en bicicleta, incluyendo detalles sobre las distancias, mapas e información de seguridad.
  • Siempre que sea posible, instalar aparcamientos para bicicletas y facilitar, en su caso, el acceso a taquillas y duchas. 
  • Promover incentivos (públicos o privados) para la compra o uso temporal de bicicletas (incluidas las eléctricas) y para fomentar la adscripción a programas de transporte activo.
  • Contactar con los departamentos locales de transporte y empresas vecinas para promover y mejorar la accesibilidad a pie o en bicicleta a las obras.

Recomendaciones para el trabajador

  • Planifica tu ruta con antelación y averigua si hay incidencias (puedes usar aplicaciones de mapas y GPS en tu móvil). 
  • Respeta siempre el código de circulación y las señales de tráfico.
  • Usa prendas o elementos reflectantes y luminosos; recuerda esta máxima de la seguridad vial: ver y ser visto. Las bicis deben tener luces delanteras y traseras.
  • En carretera, camina o circula en fila india o, como máximo, en columnas de a dos. Si vas andando, hazlo por el lado izquierdo para que puedas ver los vehículos de frente. Si vas en bici, circula por el arcén, si es posible, u ocupando lo imprescindible de la parte más próxima a la derecha de la vía, y señaliza tus maniobras.
  • Usa ropa y calzado apropiados para andar o montar en bici y para las condiciones climáticas (incluyendo, en su caso, protector solar y gorra). 
  • Si vas en bici, usa casco.
  • Recuerda hidratarte y que la mejor hidratación es el agua.
  • No te pongas auriculares o “cascos” conectados a reproductores de sonido (móvil, radio, MP3, etc.).
  • Realiza un mantenimiento periódico de la bici (engrase, sustitución de pastillas de freno, revisión de la presión de las ruedas…).

Barreras

Las principales barreras percibidas para iniciar o continuar en los programas de desplazamiento activo tiene que ver con:

  • La seguridad vial.
  • Las malas condiciones meteorológicas.
  • Las condiciones de la carretera.
  • La larga distancia entre la casa y el trabajo.
  • La falta de motivación o de tiempo.

Además, en las obras de construcción, se perciben otras barreras específicas del sector:

  • La variación de las rutas al ser las obras centros de trabajo temporales: cambian de lugar, pueden ser poco accesibles, estar alejadas. Para solucionarlo se puede hacer una parte en transporte colectivo y el resto en bicicleta o andando.
  • La dificultad para poner en marcha algunas de las recomendaciones generales (por ejemplo, clubes de ciclotrabajadores), dado que en cada obra puede variar la plantilla y la concurrencia de otras compañías (colaboraciones interempresariales).

En España estos programas todavía no tienen una amplia implantación y, además, los efectos no suelen hacerse palpables en el corto plazo pero sí tienen un efecto decisivo y contrastado en el largo plazo. 

Es por ello que la evaluación de estos programas no debería quedarse en el efecto inmediato sino indagar también en los efectos sobre la salud, el absentismo, la productividad y la asistencia sanitaria desde todos los ámbitos.