Prevención del estrés

Prevención del estrés

Introducción

En la prevención del estrés laboral y fomento del bienestar mental en el trabajo se aconseja un tipo de intervención que combine un enfoque individual (sobre el trabajador) y un enfoque organizacional, ya que se trata de un fenómeno con múltiples causas. La intervención individual permite dotar de habilidades y recursos al trabajador, para desarrollar la sensación personal de “control” de una situación o hecho, y por tanto, puede ayudar a reducir los sentimientos de ansiedad o nerviosismo derivados de considerar una situación como amenazante o peligrosa.

Los programas destinados específicamente a la prevención del estrés de los trabajadores consisten en primer lugar en la transmisión de conocimientos o Psicoeducación, con el objetivo de promover el reconocimiento de los estresores y sus efectos en la salud, así como el entrenamiento y dotación de habilidades para que puedan controlar las situaciones, minimizando los efectos negativos para la salud. El objeto de transmitir un conjunto de conocimientos a los trabajadores sobre los agentes estresores, cómo se genera el estrés, cómo se desarrolla, etc., permite identificar y sensibilizar sobre la necesidad de actuar, que es el primer paso para empezar a afrontar el problema.

El aprendizaje de las distintas habilidades personales está destinado a favorecer la adaptación en la que el individuo encaja los problemas, en cuanto a cómo percibe las situaciones tensas, cómo las afronta, qué respuestas emocionales se originan en la persona, etc.

 

Intervención en la organización

El papel de las organizaciones y líderes es muy importante en la integración del bienestar psicosocial dentro de la empresa, debiéndose integrar en las políticas o prácticas de gestión de personas.

Algunas líneas de trabajo para fomentar entornos saludables desde el punto de vista del bienestar psicosocial y la gestión del estrés son:

  • Comprender cómo el estilo de gestión y liderazgo puede promover el bienestar mental y minimizar el estrés.
  • Clarificar roles y responsabilidades.
  • Promover una comunicación transparente.
  • Aplicar una política de tolerancia cero respecto del acoso, la intimidación o la discriminación.
  • Fomentar que los trabajadores conozcan sus derechos y su responsabilidad de cuidar de su propio bienestar mental.

Intervención individual

 

De las técnicas utilizadas para regular de manera saludable el estrés, algunos estudios reflejan que es la terapia cognitiva la que ofrece mejores resultados[i]. Esto significa modificar y analizar el tipo de pensamientos que tenemos, los cuales afectan a las emociones y conductas. Sin embargo, para otros autores, el afrontamiento efectivo del estrés a nivel individual tiene 4 pilares fundamentales, para practicar todos ellos, y que son los siguientes: entrenar regularmente la relajación, tener un pensamiento realista y productivo, aprender a resolver problemas y la práctica de habilidades sociales, donde se incluye la asertividad. También podemos añadir otros, como la gestión del tiempo.

 

A continuación, se muestran algunas directrices que puedes tener en cuenta para controlar y regular de manera saludable tu nivel de estrés, en el trabajo y en la vida en general:

  • Practica la relajación de manera regular. Puedes aprender técnicas de relajación, por ejemplo, basadas en la respiración, o practicar atención plena o mindfulness. Cuanto más entrenes, antes aprenderás la técnica y podrás utilizarla en los momentos en que te sientes más nervioso, en la calle o en la obra. También puedes relajarte dando un paseo, compartiendo tiempo con tu familia o amigos, practicando algún hobby, afición, o realizando ejercicio físico.
  • Respeta tu sueño y descansos. Es conveniente dormir en torno a 8 horas, el tiempo de descanso es importante, no es tiempo “desaprovechado”.
  • Mantén una alimentación sana y saludable. Utiliza el horario de comer como tiempo de descanso de tu trabajo, aprende a “desconectar”.
  • Sé consciente de tus emociones y tu carácter. Las personas con carácter nervioso, obsesivo, controlador, pueden sufrir altos niveles de estrés y ansiedad. Si te enfadas fácilmente o tienes ataques de ira, piensa que tienes otras personas a tu alrededor que también se verán afectadas.
  • El apoyo social es un buen amortiguador del estrés. Las buenas relaciones están basadas en la comunicación: habla con las personas de tu alrededor. Maneja los conflictos con calma. Intenta ser asertivo, eso significa defender tus intereses y opiniones de forma honesta y clara, sin ser agresivo ni pasivo, respetando las opiniones de los demás a la vez que respetas tus propias necesidades. 
  • Los pensamientos que tenemos sobre la realidad, las situaciones y las personas tienen mucha influencia en nuestro bienestar emocional. Las creencias irracionales, o las expectativas negativas, o el catastrofismo nos generan ansiedad, y ésta altera nuestra capacidad para tomar decisiones.
  • Cuando tenemos problemas, lo mejor es afrontarlos de manera activa o pasiva, pero decidiendo previamente qué es mejor en cada caso. Cuando analices un problema, sigue un proceso lógico, examinando pros y contras, y elije la opción menos mala. Recuerda que casi nunca hay soluciones perfectas.
  • A veces, cuando interpretamos un problema, exageramos o hipervaloramos la probabilidad de que algo vaya mal. Anticipar consecuencias negativas puede hacernos sufrir innecesariamente por un problema que no ha ocurrido. Sentirnos abatidos por las circunstancias tampoco nos ayudará a mejorarlas.
  • Entender que si estamos nerviosos o sentimos cierta ansiedad, es natural, como lo es sentir miedo, tristeza o alegría. Las emociones forman parte del ser humano.
  • Actúa siempre con naturalidad y que no te afecte lo que los otros puedan pensar de ti.
  • Si hemos hecho una cosa bien, felicitarnos por ello. No es fruto de la suerte o el destino, ha sido nuestro esfuerzo y capacidad.
  • Si hemos hecho una cosa mal, reconocerlo y responsabilizarnos de ello. Analizar y corregir los fallos cometidos y pedir disculpas, sin llegar a obsesionarnos. Somos humanos y cometemos errores.
  • Podemos leer algún libro de técnicas cognitivas para aprender a pensar de manera razonable y realista, eliminando algunos pensamientos irracionales o las ideas erróneas que nos provocan ansiedad.

Si ves que tienes dificultades para poner en marcha estas técnicas y necesitas ayuda, puedes consultar a un profesional. Te ayudará a controlar el estrés y la ansiedad y poco a poco recuperarás tu bienestar y tu salud (Fuente Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social).