Conclusiones y Resumen

Conclusiones

El sector de la construcción presenta unas características singulares que hasta cierto punto no facilitan que se apueste con firmeza por los hábitos saludables.

Si a esto se le añaden las dificultades a las que hacen frente las empresas de menos de 50 trabajadores, en un sector tan atomizado en España, no sorprende descubrir la escasa atención que se presta en el sector al concepto de empresa (pequeña y mediana) saludable.

Factores como el tamaño de empresa, la internacionalización de los trabajos, la continuidad en el empleo y el envejecimiento de los trabajadores del sector influyen, por un lado, en la necesidad de implantar hábitos saludables y, por otro, en que haya algunas dificultades en la consecución de ese objetivo.

Quizá una de las soluciones para el sector sea externalizar en una primera fase las acciones sobre bienestar.

Cuando se realiza un análisis estratégico DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades) en el sector se pueden identificar no sólo barreras, sino también elementos que pueden servir de palanca del cambio en bienestar corporativo.

En todo caso, el concepto de empresa saludable se ha establecido en la sociedad y es cuestión de tiempo que se expanda a todos los sectores y se convierta en algo normalmente aceptado, como ya sucede en otros países.

Resumen

El sector de la construcción es diferente a otros y esto es aplicable a la introducción de hábitos saludables en las organizaciones. 

Hay varios aspectos asociados a las empresas de la construcción que son considerados relevantes:

  • Tamaño de empresa: distribución asimétrica; pocas empresas grandes y sector muy atomizado con numerosas empresas muy pequeñas (menos de 5 trabajadores). Las necesidades en cuanto a la gestión de los hábitos saludables son diferentes según su tamaño.
  • Internacionalización: la relación con la interculturalidad introduce algunas oportunidades para el desarrollo organizacional y personal. La internacionalización de los trabajos es casi exclusiva de las grandes empresas. 
  • Envejecimiento: en el sector la población de trabajadores es cada vez mayor y existen dificultades para su reemplazo. No se han identificado soluciones adecuadas para aprovechar el potencial de los trabajadores más experimentados en actividades fuera de la obra. El envejecimiento se asocia a problemas crónicos de salud que se convierten en un reto para la empresa en su gestión estratégica.

Una de las posibles soluciones en las primeras etapas del camino hacia la empresa saludable consiste en externalizar y canalizar parte de las actividades hacia otras organizaciones más especializadas, como consultoras, mutuas o servicios de prevención ajenos.

Una buena idea para afrontar el cambio hacia empresa saludable es basarlo en decisiones estratégicas a través de un análisis clásico DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) a partir del cual adoptar decisiones dirigidas a corregir las debilidades, afrontar las amenazas, aprovechar las oportunidades y conservar las fortalezas.