Ocio saludable

Trabajo a turnos y nocturno

Introducción

Según el VI Convenio Colectivo General del Sector de la Construcción y el Estatuto de los Trabajadores, el trabajo nocturno es aquel que se realiza entre las 22.00 y las 6.00 h.

Se considera trabajador nocturno a aquel que realice normalmente en periodo nocturno una parte no inferior a 3 h de su jornada diaria de trabajo, así como a aquel que se prevea que puede realizar en tal periodo una parte no inferior a un tercio de su jornada de trabajo anual. El trabajo nocturno no puede exceder de 8 h diarias de promedio en un periodo de referencia de 15 días y los trabajadores nocturnos no podrán realizar horas extraordinarias

El trabajo a turnos incluye las formas de organización del trabajo en equipo según la cual los trabajadores ocupan sucesivamente los mismos puestos de trabajo, según un cierto ritmo, continuo o discontinuo, implicando para el trabajador la necesidad de prestar sus servicios en horas diferentes en un periodo determinado de días o de semanas.

El trabajo a turnos se puede clasificar en:

  • Permanente, que supone la adscripción a un turno fijo, o rotatorio, que supone la alternancia periódica entre distintos turnos.
  • Continuo, que cubre todo el día y todos los días de la semana, o discontinuo, que se interrumpe el fin de semana, por la noche o algún día concreto.
  • Con o sin turno de noche (parcial o totalmente), en el que el número de noches puede variar ampliamente.

Los sistemas de organización de los turnos también difieren en función de factores organizacionales: según el ciclo del turno (corto, medio -entre 10 días y un mes- y largo); según la duración del turno, hora de comienzo y fin, días consecutivos que se trabaja hasta el cambio de turno, etc. También se tiene en cuenta la dirección del cambio de turno, con rotación natural (mañana-tarde-noche), inversa (noche-tarde-mañana) o salteada (por ejemplo, tarde-mañana-noche) y su regularidad.

Según la VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo, en el sector de la construcción 7 de cada 10 trabajadores tiene jornada partida, el 13,7 % tiene jornada continua (un 0,7 % trabajan en el turno de noche), 14,9 % trabaja en turnos rotativos de mañana y tarde y el 0,4 % lo hace en turnos rotativos de mañana, tarde y noche. Un 1,4 % lo hacen en turnos distintos o irregulares.

¿Cómo afecta el trabajo a turnos?

El trabajo a turnos y nocturno implica mantener a la persona activa (cuerpo y mente) en momentos en los que esta necesita descanso y viceversa. Este desajuste biológico tiene consecuencias negativas para la salud y para la vida personal, familiar y social del trabajador. Las características personales y sociales del trabajador influyen de manera determinante en la conformación de estas consecuencias adversas, que pueden ser muy diferentes en distintos trabajadores pese a estar sometidos a circunstancias similares.

Nuestro cuerpo se rige por los llamados ritmos circadianos o ciclos de día y noche que influyen, fundamentalmente por la luz, en muchas de nuestras funciones vitales: sueño/vigilia, respiración, pulso, actividad física y cerebral… Además, la adaptabilidad a los ritmos se reduce con la edad.

Entre los efectos negativos del trabajo a turnos y nocturno se pueden distinguir:

Físicos: trastornos gastrointestinales o circulatorios, disminución o pérdida del apetito, trastornos nerviosos, mayor predisposición a padecer cáncer, fatiga crónica, irritabilidad, dolores de cabeza…

Sobre el sueño: dificultad para la recuperación de la fatiga y el alcance de los niveles óptimos tanto físicos como mentales, dificultad para conciliar el sueño o interrupciones en el mismo, etc.

Sobre la vida personal, familiar y social: empobrecimiento de las relaciones sociales y familiares por falta de tiempo compartido, dificultad para disfrutar del ocio, disminución de la capacidad de control (sensación de aislamiento o culpabilidad), dificultades para la realización de actividades formativas, deportivas, etc. que impliquen horarios rígidos o para acudir al médico, dificultad para usar transporte público en horario nocturno, etc.

Sobre la vida laboral: mayor frecuencia y gravedad de los accidentes (por cansancio, por déficit de atención, por falta de información debido a las prisas en los cambios de turnos…), aumento de la cantidad de errores, disminución de la productividad y de la calidad del trabajo, absentismo, insatisfacción personal en el trabajo, etc.

Recomendaciones y buenas prácticas para disminuir los efectos negativos del trabajo a turnos y nocturno

Para la empresa

Para la mejora de la organización de los tiempos de trabajo es imprescindible actuar a nivel organizativo. Y también es importante saber que no existe un modelo perfecto de organización de tiempos puesto que son muchos los factores, personales, colectivos, productivos, etc., que influyen en su definición. La premisa básica debe ser reducir lo máximo posible el trabajo a turnos y nocturno.

Pero como eso es muy difícil en la construcción, te indicamos algunas recomendaciones que pueden ayudar:

  • Los dos principales objetivos deben ser el máximo respeto por los ritmos circadianos y de comida, por un lado, y por las relaciones personales, familiares y sociales, por otro. Por ello se debe tratar de hacer los horarios lo más regulares posible y reducir los horarios largos.
  • Es fundamental contar con la participación de los trabajadores en la ordenación del tiempo de trabajo y dotarles del máximo grado de control posible sobre su jornada (por ejemplo, para permutar turnos con compañeros). En todo caso, es obligatorio un descanso de, al menos, 12 h entre turnos. Cuanto antes se conozca la asignación de turnos, mejor.
  • Los ciclos cortos afectan menos a los ritmos circadianos pero perjudican a los hábitos alimenticios y la vida fuera del trabajo. Al contrario sucede con los ciclos largos.
  • Los turnos de tarde o noche no deberían ser más largos que los de mañana. Ningún trabajador podrá estar más de dos semanas seguidas en el turno de noche, salvo adscripción voluntaria, ni hacer horas extras antes o después de una jornada en la que hayan realizado trabajo nocturno.
  • Al cabo de varios turnos de noche consecutivos (dos o tres) se debe proporcionar una jornada completa de descanso.
  • Establecer horarios de entrada y salida flexibles.
  • Mantener cada equipo de trabajo en el mismo turno para facilitar la estabilidad de las relaciones.
  • Aumentar las pausas y los tiempos de descanso y alimentación y disminuir la carga de trabajo en el turno de noche.
  • Implementar sistemas de vigilancia de la salud específicos. Es obligatoria esta evaluación antes de ser adscrito a un trabajo nocturno.
  • Establecer límites en función de criterios de tiempo, edad (mínima o máxima) o salud para el trabajo a turnos.

Para el trabajador

La organización de los tiempos de trabajo es una potestad de la empresa, pero como trabajador puedes tomar algunas medidas para tratar de paliar los efectos adversos:

  • Mantén una correcta higiene del sueño. Después del turno de noche es conveniente dormir cuanto antes; también se recomienda echar una pequeña siesta durante el turno de noche. Pero las preferencias para dormir varían según las personas: identifica cuál es tu mejor horario y la duración que necesitas para recuperarte y descansar.
  • Cuida tu alimentación.
  • Realiza actividad física adecuada tus necesidades.
  • Participa en actividades sociales que se adecúen a tu horario.
  • Programa tus tareas para evitar las tareas más pesadas entre las 3 y las 6 de la madrugada.  Ten en cuenta también la monotonía de las tareas.
  • Organiza tus pausas:
    • Si solo tienes una pausa, hazla sobre la mitad de la jornada.
    • Si puedes hacer varias, distribúyelas de manera homogénea durante la jornada. Como norma general, es mejor pausas más breves y frecuentes que largas y espaciadas.
  • No hagas los descansos en el lugar donde realizas la tarea: usa los locales o instalaciones destinados a tal fin.
  • Evita juntar varios turnos seguidos para luego acumular más días de descanso. Salvo para trabajadores jóvenes, esto implica mayor dificultad para reintegrarse al trabajo.
  • Implícate en la organización de los turnos, en la medida en que esto sea posible.